En la vida que llevamos, en nuestro día a día, nos surgen más problemas de los que nos gustaría, bien es cierto que si nos paramos a pensar un poco en la mayoría de esos problemas, llegaremos a la conclusión de que no son tan graves como parecen y que simplemente la sociedad en la que vivimos nos traslada una serie de preocupaciones o acciones a las que les damos más valor del que realmente tienen.
Vivimos en una sociedad extremadamente consumista y competitiva, todos queremos mejorar, todos queremos tener más cosas, todos queremos sentirnos bien con nosotros mismos y desgraciadamente para conseguirlo buscamos el consumismo exagerado, el tener más cosas de las que necesitamos, o buscamos mejorar en nuestras relaciones laborables a costa de perjudicar a personas con las que compartimos muchas veces más tiempo que con nuestra propia familia.
Creo que una buena terapia es buscar a lo largo del año unos pocos fines de semana o si es posible unas pequeñas vacaciones en alguno de los muchos pueblos que hay en España o fuera de ella en los que los lujos y las comodidades queden atrás y en los que podemos aprender otra serie de valores distintos a los que nos ofrece nuestra sociedad, pequeños pueblos en los que recoger una buena cosecha o cuidar el entorno es lo que para algunos no parar de llamar por el móvil o no salir de Zara en su poco tiempo libre.
Desconecta, busca tu lugar, cambia tus valores y vuelve más relajado, más centrado, más vivo. Tú mismo y las personas que están en tu entorno lo agradeceréis.