Novela corta de Gabriel García Márquez que apenas llega al centenar de páginas. Fue escrita en enero de 1957 en París donde recaló el autor sumido en la pobreza por el cierre del periódico en el que trabajaba y posteriormente publicada su primera edición en 1961.
El Coronel no tiene quien le escriba relata la historia de un viejo coronel retirado que vive en la miseria junto a su mujer esperando día tras día la llegada de la carta del gobierno que le adjudique su pensión como veterano, pero ya han pasado más de 15 años... Sus esperanzas y los giros de la novela se centran en un gallo de pelea que han mantenido en su casa durante varios meses y sobre el que se anunciará una dura decisión para el matrimonio, su venta para obtener ganancias a corto plazo o seguir alimentándolo en la esperanza de que los beneficios sean mayores a consta de ganar peleas.
Es un libro fácil de leer, no sólo por lo breve del mismo, sino porque nos envuelve en una sensación de cierta angustia por el desenlace final, debido a lo entrañable que se vuelve el personaje para el lector, más aún con los guiños que deja de su novela estrella "Cien años de soledad" al citar en varias ocasiones al pueblo de Macondo y al Coronel Aureliano Buendía, lo que nos hace rememorar por momentos la magnífica historia de los Buendía.
Más información: El coronel no tiene quien le escriba. Comprar el libro.
El Coronel no tiene quien le escriba relata la historia de un viejo coronel retirado que vive en la miseria junto a su mujer esperando día tras día la llegada de la carta del gobierno que le adjudique su pensión como veterano, pero ya han pasado más de 15 años... Sus esperanzas y los giros de la novela se centran en un gallo de pelea que han mantenido en su casa durante varios meses y sobre el que se anunciará una dura decisión para el matrimonio, su venta para obtener ganancias a corto plazo o seguir alimentándolo en la esperanza de que los beneficios sean mayores a consta de ganar peleas.
Es un libro fácil de leer, no sólo por lo breve del mismo, sino porque nos envuelve en una sensación de cierta angustia por el desenlace final, debido a lo entrañable que se vuelve el personaje para el lector, más aún con los guiños que deja de su novela estrella "Cien años de soledad" al citar en varias ocasiones al pueblo de Macondo y al Coronel Aureliano Buendía, lo que nos hace rememorar por momentos la magnífica historia de los Buendía.
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